Niceto Alcalá
Zamora (Córdoba, 1877- Buenos
Aires, 1949)
Niceto Alcalá-Zamora y Torres, licenciado en Derecho; Letrado del Consejo de
Estado; ministro de Fomento (1917) y, posteriormente, ministro de la Guerra
(1922); presidente del Gobierno provisional tras la llegada de la segunda
República y, Presidente de la II República Española (10 de diciembre de 1931 –
7 de abril de 1936).
Nació en una familia fervorosamente liberal y de escasos
ingresos, tuvo que estudiar por su cuenta en el pueblo, con su padre y un
antiguo albañil como maestros. Los libros los tenía de prestado. Iba a
examinarse a Cabra en un borriquillo negro, imagen que recordó más de una vez con
orgullo, porque tuvo, pese a las estrecheces, una infancia feliz. Su padre, que
lo hubiera querido militar aceptó su vocación por el Derecho y, a los 17 años y
con las mejores calificaciones, se licenció en Granada.
Poco después conoció a Pura Castillo, de la que se hizo
novio y que había de ser la mujer de su vida, pero, por no tener la edad legal,
no podía ejercer de abogado ni casarse. Niceto que fue un portento intelectual
con una memoria prodigiosa, siguió sus estudios en Madrid, donde consiguió el
premio extraordinario en su doctorado con una tesis sobre El Poder en los
Estados de la Reconquista. Era el año 1899, el mismo en el que ganó, con el
número uno, las oposiciones a Letrado
del Consejo de Estado. Tenía solo 22 años y se casó.
Desde muy joven militó en el Partido Liberal, ocupando
distintos cargos políticos-administrativos y se distinguió como excepcional
orador en las Cortes, desde que fue elegido diputado en 1905. Fue director de
Administración Local y subsecretario de Gobernación. Durante todo este tiempo
estuvo al servicio del Partido Liberal del conde de Romanones, pero finalmente se
adscribió al Partido Liberal Democrático de Manuel García Prieto y desde
entonces, comenzó su carrera ministerial. En 1917 fue nombrado ministro de
Fomento y en 1922 ocupó el ministerio de la Guerra. Fue también representante
de España en la Sociedad de Naciones.Perteneció a las academias de Ciencias
Morales y Políticas (1920), Jurisprudencia y Legislación, (1930), de la que fue
presidente, y a la Real Academia Española de la Lengua (1932).Decepcionado por
la aceptación, por parte del rey Alfonso XIII, del golpe de estado del general Primo
de Rivera el 13 de septiembre de 1923, no colaboró con el nuevo régimen. Tras
la salida del dictador en 1930 se declaró republicano en un famoso discurso en
el teatro Apolo de Valencia. Fue uno de los impulsores del denominado Pacto de
San Sebastián. El fracaso del pronunciamiento militar (Sublevación de Jaca) de
ese mismo año le llevó a la cárcel, como miembro del comité revolucionario, de
la que salió tras las elecciones municipales del 12 de abril de 1931. En estos
comicios, aunque globalmente vencieron las candidaturas monárquicas, la victoria
de las republicanas en las capitales de provincia acentuó la descomposición que
sufrían los monárquicos y el abandono del poder por parte del rey. Sin esperar
a las próximas elecciones generales Alcalá-Zamora presidió un gobierno
provisional revolucionario que ocupó los ministerios el 14 de abril y proclamó
la II República.
Confirmado en la presidencia tras las elecciones de
junio, dimite en octubre de 1931, junto con Miguel Maura, ministro de
Gobernación, debido a la disconformidad de ambos, católicos progresistas, con
la redacción de los artículos (especialmente el nº 26) de la nueva
Constitución, que consagraba la separación Iglesia-Estado y posibilitaban la
disolución de las órdenes religiosas que se considerasen peligrosas para el
Estado. Sus desacuerdos con Azaña los expondrá en Los defectos de la Constitución
de 1931.
No obstante, el 10 de diciembre de 1931 fue elegido Presidente
de la Segunda República Española, permaneciendo en el cargo hasta el 7 de abril
de 1936.
Las elecciones de
noviembre de 1933 dieron la victoria a la derecha, con la que Alcalá-Zamora
mantuvo una relación pésima, con constantes enfrentamientos institucionales
durante todo el bienio. El partido más votado fue la CEDA, pero su dirigente
José Mª Gil Robles cedió el poder a Alejandro Lerroux. A partir de octubre de
1934 Gil Robles fue consiguiendo carteras ministeriales sin intentar obtener la
presidencia del Gobierno. Cuando al final se decidió por ella, Alcalá-Zamora disolvió
las Cortes para evitarlo.
En 1936, en una
decisión del Congreso muy controvertida, se consideró que la disolución de las
Cortes llevadas a cabo el 7 de enero de 1936, era ilegal y fue por ello
destituido, a pesar de que esta disolución fue la que posibilitó la celebración
de elecciones y el triunfo consiguiente del Frente Popular. Su decisión de
disolver las Cortes en 1933, ya le había valido una actitud crítica por parte
de las izquierdas.
El inicio de la
Guerra Civil le sorprendió en un viaje por Escandinavia. Decidió no regresar a
España cuando se enteró, según cuenta en sus memorias, reescritas durante el
exilio, de que milicianos del gobierno del Frente Popular habían entrado
ilegalmente en su domicilio, robándole sus pertenencias, y saqueando asimismo
su caja de seguridad en el banco Crédit Lyonnais en Madrid, llevándose el
manuscrito de sus memorias. Fijó su residencia en Francia donde le sorprendió
la Segunda Guerra Mundial.
Después de múltiples penalidades, debido a la ocupación
alemana y a la actitud colaboracionista del gobierno de Vichy, salió de Francia
y tras un penoso viaje de 441 días en barco llegó a Argentina en enero de 1942,
donde vivió (de forma bastante humilde) de sus libros, artículos y
conferencias. En el destierro seguirá manteniendo la fe en sus ideales de
siempre: el Derecho, la Libertad y España.
No quiso volver a España durante el régimen franquista
aunque, al parecer, se le hizo algún ofrecimiento de negociar la devolución de
sus bienes, a lo que él se niega.
Murió en Buenos
Aires (Argentina), el 18 de febrero de 1949, siendo enterrado en el cementerio de
La Chacarita, en uno de los nichos del Hospital Español. En 1979, sus restos
fueron trasladados al panteón familiar del cementerio de la Almudena de Madrid,
sin recibir los honores que le correspondían como Jefe de Estado. Fuentes: http://romerogeh.wikispaces.com/ www.buscabiografias.com Fuente imagen: google imágenes.
Autores: Rubén Gómez Vázquez y Luís
Miguel González Iglesias.
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