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domingo, 11 de mayo de 2014

LA BATALLA DEL EBRO(y I)



UBICACIÓN, FINALIDAD Y ESTRATEGIA DE LA BATALLA. 
En el avance de la guerra hacia el mediterráneo, primero encontramos batallas en Teruel y Aragón y posteriormente en  el Ebro. La llegada franquista al mediterráneo produjo una gran desmoralización en las tropas republicanas. La sensación de derrota comenzó a extenderse y era imprescindible retomar la iniciativa. Llevan a cabo una gran ofensiva en el Ebro gracias a la ayuda que reciben de la Unión Soviéticas en una de las aperturas de la frontera de Francia. El 25 de Julio las tropas republicanas atacaron en masa y consiguieron cruzar el rio Ebro en dirección a Gandesa. Avanzaron 35 km donde envolvieron al enemigo pero no pudieron continuar avanzando debido a la gran cantidad de soldados sublevados.  Comenzó una autentica guerra de desgaste que conto con pérdidas humanas y materiales. A finales de octubre los franquistas obligaron a los republicanos a replegarse al otro lado del rio dejando el camino expedito hacia Cataluña y Valencia. El 15 de noviembre termina la batalla debido a que se agotan las últimas reservas republicanas. Además, el Comité de No Intervención consiguió la retirada de las Brigadas Internacionales que apoyaban a la República, al contrario que con la ayuda italiana al bando sublevado que conto con ella hasta el final.
El fin del bando republicano era  intentar detener el avance sobre Cataluña y Valencia  y, en el caso de conseguir una victoria, negociar la paz con el bando sublevado. El objetivo de los republicanos era derrotar al ejército nacional o al menos prolongar la guerra civil para conectarla con una futura segunda guerra mundial. Sin embargo las intenciones del gobierno del Frente Popular fracasaron. Las divisiones republicanas, no sólo no consiguieron derrotar a su enemigo, sino que además   la batalla del Ebro acabó siendo una batalla de desgaste que les resultaría fatal.
La maniobra fue planeada por el general Vicente Rojo, jefe del Estado Mayor Central del ejército republicano. Mandaba dicho ejército compuesto por cerca de 100.000 hombres, más otros tantos de reserva Juan Modesto Guilloto, teniendo a sus órdenes los cuerpos de Ejército V, XII y XV, a los que se incorporaron algunas divisiones pertenecientes al Ejército del Este. La operación diseñada por el general de la República Vicente Rojo, fue una brillante acción técnica y estratégica, pero un fracaso táctico debido a las limitaciones de Ejército Popular, ventaja que aprovechó Francisco Franco con una descarnada estrategia de desgaste. Ni Franco era un necio, ni Rojo un genio; el primero, que no era un gran estratega, según sus palabras, escogió, sin embargo, la mejor opción para sus objetivos, y el segundo, aunque imaginativo y hábil, se equivocó en cambio con una batalla que no podía ganar y que en ese momento ya no le podía brindar ninguna ventaja estratégica.

Fuentes
Grandes Batallas- Paco Domingo
La aventura de la historia: “La Batalla del Ebro” Jorge Martínez Reverte
Autor
Leila Paradela Vázquez

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